Cítricos: Situación actual de la mosca de la fruta

La actividad de la ceratitis capitata incrementa en primavera llegando al máximo de su actividad en verano, pudiendo quedarse inactiva las pupas durante el inverno si las condiciones climatológicas no son favorables.

A fecha de hoy las variedades de recolección media, como la naranja salustiana, ya se encuentran en envero, por lo que están en riesgo de picada de la mosca de la fruta.

A diferencia de la campaña pasada informar que la fenología de las variedades extratempranas y tempranas están evolucionando como un año “normal” gracias a la meteorología. Además, hay previsión de descenso de temperaturas tanto máximas como mínimas y probabilidad de precipitaciones, factores que hace que disminuyan la actividad de este díptero que, hasta ahora, es alta.

Aun teniendo en cuenta estas consideraciones, se aconseja no bajar la guardia, ya que, en otoños anteriores, aún podrían subir las temperaturas máximas, reactivando así el vuelo de la mosca y por consiguiente el riesgo de picada.

La hembra de este díptero inspecciona los frutos encontrando un lugar apropiado para realizar la puesta, el color y olor tiene un papel importante en la selección de la puesta, prefiere el amarillo y el naranja, por lo tanto el riesgo de picada y puesta de larva es mayor cuando el fruto esta en envero-maduración.

Medidas de control

Utilizar trampas alimenticias para el seguimiento de la plaga y determinar el momento del tratamiento.

En situaciones con grandes poblaciones d Ceratitis capitata, le recomendamos acudir a tratamientos fitosanitarios. En la actualidad existen un gran número de materias activas autorizadas para el tratamiento de la mosca de la fruta. Desde nuestra tienda online www.latiendadelagricultor.com puede acceder a nuestro catálogo de insecticidas y ver todos los que tenemos disponibles.

Hay que tener en cuenta la captura de trampas, presencia y ausencia de frutos picados y plazo de seguridad de las materias activas a utilizar.

Durante la recolección hay que tener en cuenta que, tanto la eliminación de la fruta del suelo como no dejar fruta madura en el árbol, son prácticas que evitan los focos para nuevas generaciones de plagas.