Caracocapsa (Cydia pomonela)

La carpocapsa (Cydia pomonella) es una de las plagas más importantes de los frutales de pepita ( manzano, peral, membrillero) y también afecta a los nogales.

Los daños  son visibles una vez que las larvas entran en los frutos, el principal síntoma es que dejan un característico serrín en la cavidad que realizan  en la epidermis.  El serrin va cambiando de color y de tamaño conforme se va desarollando la larva. Es muy pequeño y de color claro cuando la larva hace pocos días que ha penetrado el fruto y se va haciendo más voluminoso y más oscuro a medida que la larva crece.

Normalmente entra por la zona de contacto de diversos  frutos, observandose los daños  en el fruto cuando se separan,  debido a esto es muy importante realizar el aclareo de frutos.

De manera general el macho es más pequeño que la hembra.

En la fase adulta se convierte  una mariposa con  una longitud de entre 15-22 mm. Tiene  las alas anteriores largas, rectangulares, de  un color gris ceniza  y presenta algunas líneas muy finas de color marrón.
Presenta en el extremo distal  una mancha oval transversal más oscura y los márgenes están flanqueados por una línea de escamas finas de color dorado.

  Una característica de sus alas posteriores son las tonalidades marrones con reflejos dorados así como una pequeña franja de color gris. Escamas gris ceniza  recubren todo el torax y el abdomen tiene una coloración más clara, sin escamas en la parte dorsal.

El huevo es esférico, ligeramente aplanado y de aspecto granuloso mide 1,3 mm de diámetro.

Pasa por diferentes tonalidades  cuando está recién puesto es de un color blanquecino, luego va apareciendo un anillo rojo y cuando faltan par de días para que el huevo se abra se puede ver la cabeza negra de la larva.

La larva recién nacida mide 1,4 mm, es de color blanco con la cabeza negra y está dotada de una gran movilidad que le permite desplazarse con rapidez hacia el fruto. Pasa por 5 estadios larvarios y en los dos últimos estadios larvarios tiene una coloración rosada y la cabeza marrón. Cuando la larva ya está totalmente desarrollada, puede llegar a medir de 18 a 20 mm.

La fase de apareamiento tiene lugar cuando las temperaturas son superiores a 15ºC y la humedad es del 60 %. Los adultos quedan inmóviles sobre los árboles.  Los huevos son depositados la parte superior de las de las hojas, en menor medida en parte superior de la hoja y en rara ocasiones en los frutos, la puesta   tiene  lugar durante toda la vida del adulto que puede poner hasta 50 huevos.

Si la incidencia de poblaciones es muy elevadas desde un inicio y no se realiza un buen  control desde la primera generación, muchos frutos  se dañaran y  no llegarán al momento de cosecha, se caerán antes de tiempo.